La exposición “España. Vanguardia artística y realidad social. 1936-1976” surgió ante la negativa de la Bienal de Venecia de que se dedicara una muestra oficial a un país gobernado por una dictadura. Pese a ello, la presencia española es esa Bienal fue fundamental gracias a esta muestra, organizada fuera de las instituciones españolas por un grupo de artistas e intelectuales muy comprometidos políticamente. Entre ellos destacan Valeriano Bozal y Tomás Llorens, que actuaron como comisarios, o Eduardo Arroyo, Alberto Corazón y Equipo Crónica; implicados en el desarrollo de todo el proceso y cuyas obras formaron parte de la exposición.
Tanto la gestación del proyecto como sus resultados fueron muy polémicos y supusieron el enfrentamiento entre diferentes grupos de artistas y críticos.