Archivos y tránsitos. Entrada/Recibidor

I – Entrada. Cruzar el umbral

No entiendo esa diferencia entre el archivo y el museo, el archivo como lo que está fuera del museo, eso es una falacia. El archivo no son las imágenes ni las cosas ni las palabras, el  archivo son los  clasificandos, las taxonomías, los like/unlike, los  operadores  de  orden.

Pedro G. Romero

En el momento en el que recibí la beca Base en tránsito II pensé que suponía, y recibo esta coincidencia con su nombre como una casualidad esclarecedora, un tránsito literal y literario de un archivo a otro. Si bien, en Sevilla, trabajo en la oficina de la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos donde se aloja el Archivo BNV Producciones, el ARXIU/AM significa otro espacio de compartición, de reunión de tiempos de trabajos y de colectividades, es decir, agenciamientos de personas y experiencias con modos propios de proceder y de habitar o, dicho de otro modo, esa conjunción total que es la experiencia vital de quien lo compone.

Desde esta perspectiva, resulta imprescindible y, a la vez, parece un lugar común hablar de la política del archivo. Observando el trabajo de artistas como Pedro G. Romero y su Archivo F.X., de Mar Villaespesa, Daniel Villar y Joaquín Vázquez en la elaboración del Archivo Miguel Benlloch y apoyándome en textos y publicaciones que fundamentaron mi propio modo de hacer poético (considero que obras como Notas para un papel que arde son, en efecto, archivos literarios), descubrí la importancia de la política de este tipo de artefactos en cuanto a lo que contiene, a los modos de organización y las formas de mostrarlo y, lo que es aún más importante, aquello que se enseña a través de sus lagunas y faltas y que lo constituye siempre como una obra abierta.

II – Recibidor, cola

Exterioridad de un lugar, puesta en obra topográfica de una técnica de consignación, constitución de una instancia y de un lugar de autoridad (el arconte, el arkhefon, es decir, frecuentemente el Estado, e incluso un Estado patriárquico o fratriárquico), tal sería la condición del archivo.

Jacques Derrida

La llegada al archivo es, entonces, una puerta de entrada hacia un grupo humano del que aprender, entre otras cosas, a establecer metodologías y prácticas, hacia una ciudad en la que iniciar procesos y, por último lugar, hacia un espacio arquitectónico o configuración espacial que pueda transformar mi propio espacio artístico y literario. También es a la vez un tránsito o un itinerario de trabajo, que coincide con el itinerario presentado para este proyecto titulado Pamplona-Grazalema, Grazalema-Pamplona. Itinerarios inversos de lo popular a lo público o recontextualizaciones de la obra Pamplona-Grazalema de Antoni Muntadas. Por ello, mediante este diario, pretendo dar a conocer las experiencias derivadas de un tiempo de trabajo determinado y los procesos que implica y que, usualmente, son velados en el espacio público, poniendo así de manifiesto la importancia de las faltas de lo mostrado en una obra en cuanto a lo que tiene de archivo, condensación y compartición de ciertos saberes.

El proyecto Pamplona-Grazalema, Grazalema-Pamplona. Itinerarios inversos de lo popular a lo público o recontextualizaciones de la obra Pamplona-Grazalema de Antoni Muntadas es una investigación que pretende dar lugar a una publicación artística, una intervención sobre la pieza audiovisual original y un archivo paralelo de imágenes y textos que, a modo de atlas o constelación benjaminiana, dialogue con Pamplona-Grazalema, generando así, al menos, tres obras independientes. En este sentido, se trata de generar un archivo derivado y su eficacia dependerá de su capacidad para dialogar con el propio ARXIU A/M. Se trata, en definitiva, de seleccionar imágenes y ensamblarlas para hacerlas funcionar. Pienso aquí, con Louis Aragon, que, en el fondo, no existe modo alguno de pensar que no sea a través de una imagen.

Pero, 

¿cómo seleccionar las imágenes justas?

¿cómo ensamblarlas para generar dialécticas y no encierros?

¿cómo construir una metodología orgánica y capaz de trasformarse a la vez que se instituye como modo de operar?

Parece necesario, también, formular la pregunta sobre la forma, y la pregunta por la forma no nos lleva sino a generar otras múltiples preguntas. Es el momento de establecer un mapa de trabajo que nos ayude a constituir una metodología determinada y a acotar campos que las imágenes del archivo puedan atravesar, algo para lo que cuento con la ayuda de la comisaria e investigadora Filipa Nunes. Comenzamos por tomar modelos de estructura conceptual sobre los que operar. El proyecto artístico, la fábrica moderna, la corporación empresarial capitalista, la plaza de toros, el encierro. Acotamos, sin cerrar esta pregunta, los temas de interés. La animalidad, lo transgénero, la sexualidad, el ritual, lo popular, lo sagrado, la arquitectura, el poder: todo parece atravesar, de algún modo más o menos velado, nuestro campo de trabajo. Entonces, Filipa me da un libro de Muntadas, Refranero político. Leemos:

“Hasta el rabo todo es toro”.